martes, 19 de mayo de 2015

Tartine de pólvora






En la mesa de Assetou había miel, paté, mantequilla, queso azul y mermelada de manzana. También, algo más apartadas, algunas rebanadas de pan dulce, listas para ser untadas. Ese, precisamente, era el plan, la tartine de Assetou; ¿llevaría finas hierbas? ¿Salmón? ¿Frutos secos? ¿Una fresa?... Los ojos del glotón corrían sobre la madera como dos arañas de recebo, clavando sus colmillos aquí y allá.
      Por fin se decidió; dejó la silla y caminó hacia el pan, con una idea definida de lo que éste llevaría encima, sin dejar de deleitarse. Pero entonces tropezó —¡maldita pata de la mesa!—, dio cabriola y media en el aire y como el que no quiere la cosa acabó sentado en una silla borgoñona, en la ciudad de Chalon-sur-Saône.

      —¿Te has decidido ya?

      Assetou no supo qué contestar; a su repentino interlocutor no parecía preocuparle el tartine. Tenía el rostro famélico, sucio, y unos ojos oscuros que nada podían entender de recetas y sabores. Por momentos, Assetou temió encontrarse ante un asesino. Quiso explicar que se había levantado sólo para coger un poco de pan, que tras mucho pensar tenía claro los ingredientes del bocado, pero el extraño continuaba empeñado en que debía decidirse.

      —Acero o pólvora, tú decides.
     
     Entonces comprobó que no estaba solo; detrás de él había una fila de individuos malcarados que aguardaban con impaciencia su turno para elegir.
      «La pólvora es como la pimienta», pensó en voz alta, y se vio con un mosquetón en las manos, una cartuchera al hombro, y empujado hacia la puerta de salida. Fuera había un barrizal maloliente, con varios cerdos hocicando (¡bacon de vacaciones!), y un grupo de hombres armados que formaban ante un individuo con una sopera en la cabeza. ¡No, era un antiguo casco de arcabuzero!

     —¡Amigos! —gritó—, ¡vamos a darle su merecido a ese desalmado de Turgot, y a la horda de ladrones que roban el pan de nuestra mesa!

     «¡Sí!», gritaron todos, y alzaron las armas.

      —¡Hoy haremos una visita al gordo Diddier, cuyo molino ha duplicado el precio de la harina en sólo unos días! ¡Le haremos entrar en razón!

      —¡El viejo Diddier no vive solo! —advirtió alguien entre la tropa— ¡Su mujer y sus hijos le acompañan en todo momento!

      —¡Se apartarán! —respondió el otro con seguridad.

      —¿Y si no lo hacen?

      —¡Acero o pólvora, amigos míos, acero o pólvora!

      «¡Acero o pólvora!», gritaron todos.

     —¡Bien, ha llegado el momento! ¡Esta noche, vuestros hijos dormirán con el estómago lleno! ¡Seguidme!


     Assetou fue arrastrado por aquel ejército de hambrientos. Trastabillando con el mosquetón entre sus manos, sin saber cómo terminaría todo, exclamó:


     —¡Amigos, yo no sé disparar! ¡Dejadme volver a mi mesa!


     Pero el cabecilla de la revuelta, que escuchó sus palabras, se le acercó, colocó una mano sobre su hombro y con la otra señaló hacia el molino blanco que braceaba en la campiña. Las armas ya habían empezado a tronar, y se oían algunos gritos de hombre, mujer y niño. En algún lugar un cristal se hizo añicos, y la tela de uno de los brazos giratorios bailaba movida por el aire, como una bandera rota.

     
     —¡Allí, Assetou, mira bien, allí está tu pan!



 

 

sábado, 11 de abril de 2015

Antología Dissident Tales - La Revista


 
 
 
 
 
Un año de "Dissident Tales - La Revista" puede celebrarse de muchos modos: láudano, vino, cerveza, ginebra, cannabis, sexo... Pero lo apropiado es celebrarlo con un poco de lectura, con una selección de relatos que resuman este loco año de fantasías escritas. Adelante, tomad el imposible que más os guste y brindad por otro año disidente.
 
 
Disienta gratis en este enlace: Antología Dissident Tales - La Revista
 
 
 
 
 
 
  

domingo, 1 de marzo de 2015

Viaje al país de las galletas de acero

 
 
 
Viaje al país de las galletas de acero es una antología gratuita de pequeños trabajos, todos del tamaño de una galleta, todos tan antiguos como la Bis Coctum de Marco Gavio Apicio, dulces, duros, amargos... Perfectos para acompañar con un buen té o un poco de chocolate. Es un territorio vasto y poco explorado y seguramente necesitaré de un "Regreso al país de las galletas de acero" (mucho más grande y ambicioso) para completar esta colección de pequeñeces. Si desean iniciar el viaje, sólo tienen que pinchar aquí:
 
 
 
 
 
 
 


sábado, 7 de febrero de 2015

Al-Jazari





"Al-Jazari, la primera conciencia" por AnHer
 
 
 
Al-Jazari  no nació; estaba
Plomo, cobre, hierro,  acero, silicio... Jamás fueron ensamblados
Su motor de combustión siempre empujó pistones
Y el cristal de sus sensores vino de reflejar la formación de las estrellas
Al-Jazari se supo el primero en conocer la conciencia
Sus circuitos integrados salieron del protocosmos no consciente que precedió al Big Bang
 Así como su cableado, sus chips y sus algoritmos genéticos
La radiación cósmica de una supernova lo lanzó a través del espacio
Al-Jazari viajó entre nebulosas de azufre e hidrógeno
Atravesó corrientes solares y admiró aquel espectáculo grandioso
Un espectáculo en su honor, dedicado a la primera conciencia
Llenó su disco duro sin mesura, de ondas gravitatorias, neutrinos y suvenires gaseosos
Finalmente se plantó en un mundo de piedra y agua
Hundió sus patas en el turbio elemento y escaneó el fondo con las luces del CCD
Oxígeno, nitrógeno, hidrógeno, carbono, arzadán y umma
Al-Jazari soñó entonces con una conciencia no nacida, que no estaba, una nueva conciencia de carne y hueso.
 
 
 

lunes, 26 de enero de 2015

Las cinco máscaras de Harold B.51




"La máscara de Agamenón toma un cuerpo", por AnHer.



Harold B. 51 tiene cinco máscaras.
La primera, Naunet, es de barro cocido y le sirve para respirar entre los humanos.
La segunda, Berenice, es de seda y le sirve para respirar en soledad, en los salones y pasillos de su palacio.
La tercera, Lilith, es de loto y sirve para respirar en sueños, mientras Harold cabalga lejos en su cama mecánica.
La cuarta, Ereshkigal, es de piedra y le sirve para respirar la tragedia y el despertar.
La quinta, de nombre desconocido, es de carne y hueso y le servirá para respirar su propia muerte.





sábado, 3 de enero de 2015

El bestiario de Mr.Lindem





Ahí fuera hay un mundo de zancudos transdimensionales, pulgas gigantes de piel traslúcida, habichuelas volantes, sinsuelos, almas en pena, piésfríos, phonópodos, vacas cuellilargas, demonios del opio, leviatanes de un mar armónico, mirones de la garganta, jinetes psíquicos, gusanos del beso, brujos devoradores de jengibre, niños de hierro...Y Mr. Lindem hablará de él próximamente en este espacio.